La ciberseguridad en la custodia de fondos se ha convertido en una prioridad estratégica en el sector financiero. Rodrigo Balassiano, especialista en el área, informa que la creciente digitalización de los procesos ha expuesto a los fondos a una serie de vulnerabilidades tecnológicas que requieren una atención redoblada por parte de administradores, gestores y custodios. En un escenario de ataques cada vez más sofisticados, proteger los activos digitales no es solo una obligación regulatoria, sino una necesidad crítica para garantizar confianza, continuidad operativa e integridad patrimonial.
Rodrigo Balassiano destaca la relevancia de la ciberseguridad en la protección de los fondos
La custodia de fondos implica la guarda segura de los activos de los inversionistas y, en el entorno digital, esta protección pasa directamente por la implementación de sistemas robustos de seguridad de la información. La ciberseguridad en la custodia de fondos exige prácticas que van desde el control de acceso a los sistemas hasta la encriptación avanzada de datos sensibles. Según Rodrigo Balassiano, una infraestructura digital segura es fundamental para evitar pérdidas financieras y daños reputacionales.
Amenazas cibernéticas que desafían la custodia de activos digitales
Los riesgos que enfrentan los agentes financieros son diversos y evolucionan rápidamente. Entre los más comunes destacan el ransomware, que bloquea sistemas a cambio de un rescate; el phishing, que engaña a usuarios para obtener información confidencial; y el malware, que compromete la integridad de los datos. Rodrigo Balassiano analiza que, además de estas amenazas, también existen riesgos de ingeniería social y fallas internas que pueden abrir puertas a los invasores. Por lo tanto, el mapeo constante de vulnerabilidades es indispensable para una respuesta eficaz a incidentes.
Estrategias de prevención y respuesta en el entorno digital
Combatir las amenazas digitales requiere un enfoque multifacético. Es esencial adoptar capas de protección como firewalls inteligentes, autenticación multifactor, respaldos encriptados y protocolos de seguridad para todas las transacciones. Además, las políticas internas claras sobre el uso de dispositivos, acceso remoto y respuesta a incidentes deben estar bien definidas. Como destaca Rodrigo Balassiano, integrar tecnología con gobernanza es un paso decisivo para crear una estructura resiliente.

Gobernanza corporativa y cultura de seguridad como aliadas
Una cultura organizacional orientada a la seguridad de la información debe permear todas las áreas de la institución. La ciberseguridad no puede ser responsabilidad solo del área de tecnología; es necesario el compromiso de la dirección, del equipo jurídico, compliance y demás áreas involucradas en la custodia. Rodrigo Balassiano enfatiza que la construcción de una cultura de prevención, aliada a una comunicación eficaz y a la transparencia en los procesos, contribuye significativamente a reducir los riesgos. Además, las auditorías internas regulares y las pruebas de penetración (pentests) ayudan a medir la madurez de la seguridad de la institución.
Innovaciones tecnológicas en la lucha contra las amenazas cibernéticas
La evolución tecnológica también ha sido aliada de las instituciones financieras. Soluciones basadas en inteligencia artificial y machine learning permiten monitoreo continuo y análisis comportamental de los sistemas, anticipando ataques y automatizando respuestas. Tecnologías como blockchain ofrecen mayor trazabilidad e inmutabilidad de los datos, lo que amplía la seguridad de la custodia de fondos. Rodrigo Balassiano aclara que la adopción de estas herramientas debe estar acompañada por profesionales especializados y alineada a una estrategia a largo plazo, considerando los desafíos regulatorios y las particularidades de cada tipo de fondo.
Proteger activos digitales es proteger la confianza
En un mercado cada vez más digitalizado, la ciberseguridad en la custodia de fondos ha dejado de ser una preocupación secundaria para convertirse en un factor decisivo en la credibilidad de las instituciones financieras. Prevenir ataques cibernéticos es proteger no solo los activos, sino también la relación de confianza construida con los inversionistas a lo largo del tiempo. Rodrigo Balassiano resalta que un programa de seguridad eficaz debe ser dinámico, revisado periódicamente y basado en la integración entre personas, procesos y tecnología. La excelencia en la protección digital, por lo tanto, consolida la imagen de un gestor o administrador como un agente responsable, innovador y comprometido con la sustentabilidad del mercado.
Autor: Elphida Pherys