Vivir en una comunidad de vecinos puede ser una experiencia enriquecedora, pero también puede traer desafíos legales y financieros. Uno de los aspectos más debatidos es la cuestión de las derramas — contribuciones extraordinarias para obras o mejoras en las áreas comunes. Muchos propietarios se preguntan: ¿es posible rechazar el pago de una derrama? La respuesta depende de diversos factores, incluyendo acuerdos previos y la legislación vigente.
En 1994, una comunidad de vecinos decidió instalar un ascensor en el edificio. La propuesta fue aprobada por la mayoría, pero con la condición de que solo aquellos que votaran a favor asumirían los costos. Este pacto fue formalizado y aceptado por todos los involucrados. Décadas después, en 2018, la administración intentó alterar este acuerdo, exigiendo que todos los propietarios contribuyeran, independientemente de su posición inicial. Sin embargo, el Tribunal Supremo de España consideró este cambio inválido, ya que no hubo unanimidad entre los afectados.
Este caso ilustra la importancia de conocer y respetar los acuerdos hechos en asambleas anteriores. Incluso si no participaste en la decisión original, los pactos firmados en reuniones previas pueden ser vinculantes. Por lo tanto, es esencial revisar las actas de las asambleas y entender los compromisos asumidos por los propietarios anteriores.
Además, la legislación española establece que las derramas deben ser aprobadas en asamblea de condóminos, con la debida comunicación y justificación. Si consideras que una derrama fue aprobada de forma irregular o sin la debida necesidad, es posible impugnarla judicialmente. Sin embargo, esta acción debe estar fundamentada en argumentos sólidos y evidencias claras.
Otro punto relevante es la naturaleza de la obra que justifica la derrama. Obras que buscan mejoras estéticas o que no impactan directamente en la seguridad o funcionalidad del edificio pueden ser cuestionadas. Si no estás de acuerdo con la realización de una obra de este tipo, tienes el derecho de oponerte y, posiblemente, eximirte del pago de la derrama correspondiente.
Es importante destacar que, incluso en casos de impugnación, el no pago de una derrama puede acarrear consecuencias legales. El propietario puede ser considerado moroso, lo que puede resultar en multas, intereses y hasta acciones judiciales. Por lo tanto, antes de decidir no pagar, es aconsejable buscar orientación legal para entender las implicaciones de tu decisión.
En resumen, los derechos de los propietarios en comunidades de vecinos están protegidos por acuerdos previos y por la legislación. Sin embargo, es fundamental estar informado y actuar de forma proactiva para garantizar que tus derechos sean respetados. Si te encuentras en una situación similar, considera consultar a un abogado especializado en derecho inmobiliario para obtener asesoramiento adecuado.
Autor: Elphida Pherys
