Los fondos estructurados han ganado protagonismo en el mercado de capitales brasileño al ofrecer alternativas de diversificación e instrumentos sofisticados de gestión de riesgos. Entre los aspectos más debatidos actualmente se encuentra la compatibilidad de estos vehículos con las garantías ambientales, que surgen como herramientas esenciales en un escenario de mayor conciencia socioambiental y de exigencias regulatorias cada vez más estrictas. Según el especialista Rodrigo Balassiano, alinear los fondos estructurados con garantías ambientales no solo amplía la credibilidad de las operaciones, sino que también fortalece la atracción para inversores institucionales e individuales preocupados por prácticas sostenibles.
El papel de las garantías ambientales en los fondos estructurados
La adopción de garantías ambientales en los fondos estructurados funciona como un mecanismo de mitigación de riesgos asociados a proyectos que puedan generar impactos en el medio ambiente. En muchos casos, las operaciones financieras están vinculadas a sectores como energía, minería, construcción o agroindustria, que requieren contraprestaciones ambientales para asegurar la viabilidad y legalidad de los emprendimientos. Según Rodrigo Balassiano, la inclusión de garantías ambientales en los reglamentos de los fondos aumenta la seguridad jurídica y ofrece mayor previsibilidad respecto a la continuidad de las inversiones, evitando pérdidas derivadas de sanciones o incumplimiento de normas ambientales.

Compatibilidad regulatoria y fundamentos jurídicos
Uno de los principales aspectos a considerar en la integración entre fondos estructurados y garantías ambientales es la adhesión a las normas de la Comisión de Valores Mobiliarios (CVM) y a la legislación ambiental brasileña. La regulación permite que los fondos utilicen garantías específicas vinculadas a compromisos ambientales, siempre que estas estén debidamente documentadas y evaluadas. Esto incluye informes técnicos, licencias y reportes de impacto ambiental, que pueden ser exigidos como condición previa para la liberación de recursos. Según Rodrigo Balassiano, esta compatibilidad es viable, pero requiere una gobernanza rigurosa y monitoreo continuo.
Gobernanza y transparencia como pilares de credibilidad
La inclusión de garantías ambientales en los fondos estructurados exige prácticas robustas de gobernanza y transparencia. Corresponde a los gestores y administradores evaluar la efectividad de las garantías, monitorear su cumplimiento y reportar información de manera clara a los partícipes. Reportes periódicos, auditorías independientes y seguimiento por consultorías ambientales refuerzan la credibilidad de las operaciones. Según Rodrigo Balassiano, cuanto mayor sea la transparencia en la comunicación de los riesgos y contraprestaciones ambientales, mayor será la confianza de los inversores y la capacidad de captar nuevos recursos.
Beneficios para inversores y para el mercado
La compatibilidad entre fondos estructurados y garantías ambientales genera beneficios para distintos actores. Para los inversores, significa mayor seguridad en la asignación de recursos en sectores expuestos a riesgos ambientales, al mismo tiempo que contribuyen a prácticas responsables. Para el mercado, representa la consolidación de un modelo financiero que integra sostenibilidad y retorno económico. Esta alineación atrae inversores institucionales extranjeros, cada vez más atentos a criterios ESG, y fortalece la imagen de Brasil como un polo de inversiones sostenibles.
Desafíos en la implementación de las garantías ambientales
A pesar de las ventajas, la incorporación de garantías ambientales en los fondos estructurados enfrenta desafíos técnicos y regulatorios. La evaluación de la efectividad de estas garantías puede ser compleja, requiriendo informes detallados y seguimiento especializado. Además, cambios regulatorios o variaciones políticas pueden comprometer la previsibilidad del modelo. Estos obstáculos refuerzan la necesidad de gestores capacitados y de políticas de compliance sólidas, capaces de mitigar riesgos y asegurar el cumplimiento a lo largo de todo el ciclo de vida del fondo.
Consideraciones finales
La integración entre fondos estructurados y garantías ambientales representa una evolución en la forma en que el mercado financiero incorpora preocupaciones socioambientales en su dinámica. Esta compatibilidad amplía la seguridad jurídica, fortalece la gobernanza y responde a la creciente demanda de inversiones sostenibles. Para Rodrigo Balassiano, la adopción de las garantías ambientales como parte del marco de los fondos estructurados no debe verse solo como una obligación regulatoria, sino como una estrategia capaz de generar valor, atraer inversores y consolidar la reputación de las operaciones. De esta manera, la alineación entre rentabilidad y responsabilidad ambiental se convierte en una pieza clave para el futuro del mercado de capitales.
Autor: Elphida Pherys
