La pericia contable y la auditoría son instrumentos fundamentales para el análisis financiero y la toma de decisiones seguras dentro de las empresas y en procesos judiciales. Según Carlos Eduardo Rosalba Padilha, comprender los límites y las finalidades de cada una es determinante para aplicar correctamente estas herramientas, que muchas veces se confunden por actuar en el ámbito contable.
Sin embargo, mientras la auditoría se centra en la evaluación global de la gestión y de los controles internos, la pericia se enfoca en cuestiones específicas, generalmente vinculadas a conflictos o demandas jurídicas. Vea más sobre el tema a continuación:
Pericia contable: foco en conflictos y pruebas técnicas
La pericia contable consiste en un examen detallado realizado por un profesional habilitado, el perito contador, con el objetivo de aclarar dudas técnicas en un proceso judicial, arbitral o administrativo. Su función principal es transformar información compleja en un dictamen comprensible y fundamentado, sirviendo como prueba para auxiliar al juez o a la autoridad competente. De acuerdo con Carlos Padilha, la imparcialidad es un requisito esencial, ya que el perito debe basarse en documentos, cálculos y metodologías reconocidas.
Este tipo de análisis no se limita a procesos judiciales, pudiendo aplicarse también en disoluciones societarias, particiones de bienes, indemnizaciones laborales o investigaciones de fraudes. En todos los casos, la pericia busca responder a una cuestión específica, delimitada por las partes o por la autoridad que la solicita. Su característica principal es el carácter investigativo, que permite esclarecer puntos controvertidos y dar seguridad técnica a decisiones que involucran intereses patrimoniales.
Auditoría: evaluación de controles y conformidad
La auditoría, por su parte, tiene como finalidad examinar estados financieros y procesos internos para garantizar que reflejan de manera fidedigna la realidad de la empresa. A diferencia de la pericia, no busca esclarecer una controversia puntual, sino evaluar sistemáticamente la gestión y los controles, identificando riesgos y sugiriendo mejoras. Como destaca Carlos Padilha, la auditoría es una herramienta esencial para la transparencia, la gobernanza corporativa y la atracción de inversores, ya que transmite credibilidad.

Existen diferentes tipos de auditoría. La auditoría interna está orientada al seguimiento continuo de la gestión y busca optimizar procesos, mientras que la externa es realizada por firmas independientes que certifican la confiabilidad de los estados contables. En ambos casos, la preocupación central es la conformidad con normas legales, regulatorias y contables, además de la eficiencia operativa. La auditoría, por lo tanto, no se limita a identificar fallas, sino que también contribuye a la mejora estratégica.
Cuándo utilizar cada herramienta de análisis
La decisión entre auditoría y pericia contable depende directamente del objetivo a alcanzar. Cuando existe la necesidad de aclarar una controversia o determinar responsabilidades en un proceso, la pericia es la herramienta indicada. Proporciona un dictamen técnico que sirve de base para decisiones judiciales o administrativas, ofreciendo conclusiones específicas sobre cálculos, valores o hechos financieros en disputa. Es un trabajo detallado, hecho a medida para responder a cuestiones delimitadas.
En cambio, la auditoría es más adecuada cuando la intención es evaluar la confiabilidad de la información financiera o fortalecer la gestión empresarial. Su papel es preventivo y amplio, ya que analiza periódicamente los procesos, identifica vulnerabilidades y sugiere mejoras antes de que ocurran problemas mayores. En muchos casos, como subraya Carlos Eduardo Rosalba Padilha, los informes de auditoría incluso pueden servir de apoyo en una pericia, demostrando cómo se condujeron las prácticas de gestión.
En resumen, comprender la diferencia entre pericia contable y auditoría es esencial para adoptar la herramienta adecuada en cada situación. Ambas exigen profesionales cualificados y metodologías bien estructuradas, pero sus propósitos y aplicaciones son distintos. Para el especialista Carlos Eduardo Rosalba Padilha, al identificar correctamente la necesidad, organizaciones e individuos pueden obtener análisis más seguros y alineados con sus objetivos, garantizando mejores resultados en procesos judiciales.
Autor: Elphida Pherys